Distribución indiscriminada de recursos, gestión de impresiones y votaciones

un análisis a la luz de la Elección Racional

Resumen

Este artículo discute, desde la perspectiva de la Elección Racional, el proceso de racionalidad existente en el modelo de clientelismo que consiste en la distribución indiscriminada de recursos para gestionar la impresión que los votantes tienen sobre el candidato, y la efectividad de este modelo en relación con el electorado y el voto. El clientelismo tradicional consiste en una práctica económica eficiente de maximización de beneficios, donde los candidatos políticos compran votos de simpatizantes fieles, tolerantes o indecisos. Sin embargo, Mariana Borges identifica un modelo diferente en el Sertão da Bahia, guiado por la distribución indiscriminada de recursos para gestionar las impresiones de los electores, pero no necesariamente comprar votos. En ese sentido, metodológicamente, este trabajo consiste en una revisión bibliográfica, sustentada en un estudio de caso, buscando dilucidar el escenario pensado por Borges, a partir de los presupuestos teóricos de la Teoría de la Elección Racional. Los resultados sugieren que este modelo de clientelismo está guiado por la racionalidad, sin embargo, no necesariamente conduce al candidato al resultado esperado, considerando que la relación costo-beneficio trasciende los factores puramente psicológicos, enumerando especificidades inherentes e inmateriales que son inherentes a las relaciones sociales, derivados de los procesos políticos electorales. Por lo tanto, se concluye que no distribuir recursos indiscriminadamente para el manejo de impresiones es irracional, al punto que la relación de beneficio también se encuentra en maximizar la imagen del candidato, como un fuerte agente político para defender la disputa institucional.